Jabón de aceite de oliva y coco (principiantes)
¡Hola a todos! 😄
En la entrada de hoy vamos a realizar otro jabón sencillo para principiantes utilizando aceite de oliva y aceite de coco.
Si no sabes cómo empezar a realizar un jabón te recomiendo que antes de nada leas la entrada "Elaboración de jabón. Jabón de sosa o de aceite", donde explico las precauciones que debemos tomar, los conceptos y el proceso para elaborar un jabón de aceite.
Este jabón es parecido al jabón de Castilla que vimos en entradas anteriores, pero le introduciremos una pequeña variante: añadir aceite de coco.
El aceite de coco aportará limpieza y espuma a nuestro jabón, haciendo que sea más agradable de usar a la hora de lavarnos las manos o el cuerpo.
Para hacer este jabón necesitaremos:
- 255 gramos de aceite de oliva.
- 65 gramos de aceite de coco.
- 92 gramos de agua destilada fría.
- 43 gramos de hidróxido de sodio o sosa cáustica.
- (Opcional) 15 gramos de esencia aromática de coco
Los cálculos están realizados con un 7% de sobreengrasado y un 32% de concentración.
¿Por qué un 32% de concentración si otras veces hemos puesto un 28%? Porque al tener solo aceite de oliva y aceite de coco, el jabón que obtendremos será algo más blando de lo normal, por lo que aumentando la concentración disminuiremos la cantidad de agua y el jabón secará mejor y tendrá algo más de dureza.
Con estas cantidades obtendremos medio kilo de jabón aproximadamente, pero podéis ajustarlo a la cantidad de jabón que queráis.
Una cosa que debemos tener en cuenta es que al añadir esencias aromáticas la traza se acelerará, ¿qué quiere decir esto? Cuando la traza se acelera, esta se vuelve más espesa según va pasando el tiempo, por lo que deberemos trabajar rápidamente para que la mezcla no se convierta en un mazacote imposible de manipular.
Una vez que tenemos clara la fórmula pesamos los ingredientes y preparamos el resto de utensilios necesarios para empezar con la elaboración: una batidora de mano, una cacerola apta para el fuego, un molde de silicona, un termómetro de laboratorio o cocina, una cuchara para remover que no sea de aluminio (yo utilizo una varilla de vidrio) y una espátula.
Muy importante ponerse las medidas de seguridad (guantes, gafas, mascarilla y delantal o ropa vieja a la que no tengamos mucho aprecio), también es aconsejable tener cerca una botella de vinagre por si aún con todas las medidas de seguridad tuviésemos algún percance y la sosa entrase en contacto con nuestra piel; en ese caso, echad un buen chorro de vinagre en la zona afectada.
Una vez que tengamos todo preparado podemos empezar con la elaboración:
1. Echamos la sosa cáustica poco a poco en el agua (¡nunca al revés!) mientras removemos despacio. El agua adquirirá un color blanquecino y notaremos que la temperatura aumenta.
4. Ponemos la batidora en contacto con el fondo de la olla y batimos a velocidad baja hasta que se forme la traza.
Batid hasta estar seguros de no ver diferencia de fases en la mezcla.
En la entrada de hoy vamos a realizar otro jabón sencillo para principiantes utilizando aceite de oliva y aceite de coco.
Si no sabes cómo empezar a realizar un jabón te recomiendo que antes de nada leas la entrada "Elaboración de jabón. Jabón de sosa o de aceite", donde explico las precauciones que debemos tomar, los conceptos y el proceso para elaborar un jabón de aceite.
Este jabón es parecido al jabón de Castilla que vimos en entradas anteriores, pero le introduciremos una pequeña variante: añadir aceite de coco.
El aceite de coco aportará limpieza y espuma a nuestro jabón, haciendo que sea más agradable de usar a la hora de lavarnos las manos o el cuerpo.
Para hacer este jabón necesitaremos:
- 255 gramos de aceite de oliva.
- 65 gramos de aceite de coco.
- 92 gramos de agua destilada fría.
- 43 gramos de hidróxido de sodio o sosa cáustica.
- (Opcional) 15 gramos de esencia aromática de coco
Los cálculos están realizados con un 7% de sobreengrasado y un 32% de concentración.
¿Por qué un 32% de concentración si otras veces hemos puesto un 28%? Porque al tener solo aceite de oliva y aceite de coco, el jabón que obtendremos será algo más blando de lo normal, por lo que aumentando la concentración disminuiremos la cantidad de agua y el jabón secará mejor y tendrá algo más de dureza.
Con estas cantidades obtendremos medio kilo de jabón aproximadamente, pero podéis ajustarlo a la cantidad de jabón que queráis.
Una cosa que debemos tener en cuenta es que al añadir esencias aromáticas la traza se acelerará, ¿qué quiere decir esto? Cuando la traza se acelera, esta se vuelve más espesa según va pasando el tiempo, por lo que deberemos trabajar rápidamente para que la mezcla no se convierta en un mazacote imposible de manipular.
Una vez que tenemos clara la fórmula pesamos los ingredientes y preparamos el resto de utensilios necesarios para empezar con la elaboración: una batidora de mano, una cacerola apta para el fuego, un molde de silicona, un termómetro de laboratorio o cocina, una cuchara para remover que no sea de aluminio (yo utilizo una varilla de vidrio) y una espátula.
Muy importante ponerse las medidas de seguridad (guantes, gafas, mascarilla y delantal o ropa vieja a la que no tengamos mucho aprecio), también es aconsejable tener cerca una botella de vinagre por si aún con todas las medidas de seguridad tuviésemos algún percance y la sosa entrase en contacto con nuestra piel; en ese caso, echad un buen chorro de vinagre en la zona afectada.
Una vez que tengamos todo preparado podemos empezar con la elaboración:
1. Echamos la sosa cáustica poco a poco en el agua (¡nunca al revés!) mientras removemos despacio. El agua adquirirá un color blanquecino y notaremos que la temperatura aumenta.
2. Mientras la lejía baja de temperatura (podemos acelerar el proceso poniéndolo en un bol con agua fría o utilizando una bolsa de frío) ponemos los aceites en una olla y calentamos hasta que alcancen unos 40°C
3. Cuando aceites y lejía estén a la misma temperatura echamos la lejía sobre el aceite (¡nunca al revés!)
Batid hasta estar seguros de no ver diferencia de fases en la mezcla.
5. Añadimos la esencia aromática y lo integramos con una espátula.
En este punto debemos ser rápidos y tener el molde preparado para verter la mezcla, ya que empezará a espesar y a endurecer.
En mi caso, al tener que hacer las fotos y despejar la zona, espesó más de lo esperado (quedó una consistencia tipo puré) pero si lo tenéis cerca y lo vertéis rápido os quedará más fluido.
En cualquier caso, si os llegase a espesar demasiado, el único efecto es que el aspecto de los jabones no será tan bonito, pero no quiere decir que se haya estropeado.
6. Abrigamos los jabones con papel film y un trapo/toalla para que guarde el calor.
7. Cuando hayan pasado 48 horas lo desmoldamos y dejamos curar durante cuatro semanas para que la saponificación se complete.
¡Esto ha sido todo por hoy! Si tenéis alguna pregunta o sugerencia sobre alguna receta de jabón solo tenéis que ponerlo en los comentarios.
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