La manteca de karité

¡Hola de nuevo! 😄

Hoy vengo a hablaros de algo que normalmente todo brujito o brujita tiene en su alacena: la manteca de karité. Hablaremos de su origen, aplicaciones, usos y también algunos secretos de ella que no todo el mundo conoce.

Origen y método de obtención

La manteca de karité (INCI Butyrospermum Parkii) se obtiene del árbol que lleva su propio nombre y es originario de África, suele ser de un color amarillento y tiene un olor característico a aceite intenso, por lo que a algunas personas puede resultarle desagradable.

Los frutos del karité (llamados nueces) se asemejan a una ciruela, y son de color verde oscuro cuando están maduros. Estos frutos albergan una almendra, de la que se extrae la materia grasa. 
El método tradicional para extraer la manteca consiste en hervir en agua los huesos previamente triturados, y cuando la grasa emerge y enfría, se recoge.
Este método, pese a ser el más tradicional, no es el más efectivo, ya que se pierde mucho producto por el camino, además de que el agua produce reacciones oxidativas que hacen que la manteca se enrancie con mucha más facilidad.
Hoy en día el método de obtención (por lo general) consiste en cocer la almendra para obtener un mayor grado de insaponificables, posteriormente se prensan los huesos a una temperatura controlada y se obtiene la materia grasa.

Existen dos tipos de variedades de karité, la Vitellaria paradoxa de África occidental (subespecie paradoxa) que crece principalmente en la República Centroafricana y en Senegal; y la Vitellaria paradoxa de África Oriental (subespecie nilótica), principalmente en Uganda y Sudán, con pequeños depósitos también en Zaire y Etiopía.
Ambos árboles difieren ligeramente en el tamaño de las flores y las hojas.

Propiedades y usos

La amplia mayoría conoceréis las propiedades hidratantes de la manteca de karité, muy rica en insaponificables que ayudan a las pieles más secas y sensibles, además de favorecer la cicatrización y ayudar en casos de dermatitis y psoriasis.
Pero... ¿por qué esta manteca tiene estas excelentes propiedades? Pues básicamente por su alto contenido en fitoesteroles, ésteres de cera, tocoferoles, catequinas antioxidantes, ácido oleico y ácidos grasos palmítico y linoleico, aunque el porcentaje de estos componentes depende por supuesto de la especie de karité, la época de recolecta, la propia planta y sus condiciones.
También contiene alantoína, una sustancia hidrosoluble antiinflamatoria, regeneradora de células y cicatrizante de heridas que ayuda a calmar las irritaciones de la piel.

Como toda manteca, su estado natural suele ser más bien sólido (depende de la temperatura ambiente puede ser algo más blandita), por lo que si queremos usarla para elaborar algún producto cosmético tendremos que derretirla al baño maría en nuestra fase oleosa; si únicamente queremos aplicarla directamente sobre la piel, bastará con frotarla en nuestras manos y con la temperatura de nuestras manos irá derritiéndose.

Yo particularmente la uso mucho para elaborar cremas de manos para casos de pieles agrietadas por efecto del frío y el viento, jabones, y en mascarillas para el pelo, ya que ofrece una hidratación muy buena en cabellos secos y dañados.
En casos de encrespamiento es bastante efectivo, sobretodo si vuestro cabello es de tipo afro, podemos coger un poco de manteca de karité (el equivalente a una almendra), frotarla entre las manos para que se derrita y se vuelva más manejable y aplicarlo en el cabello. Si vuestro cabello es encrespado pero tiene poco volumen o es muy fino, no os recomiendo esta manera de aplicarlo ya que aportaría demasiado peso al cabello, así que para este caso yo apostaría por aplicarlo como una mascarilla prelavado.

Tipos de manteca de karité que podemos encontrar

En el mercado podemos encontrar varios tipos de manteca de karité:

- Manteca de karité refinada
¿Os acordáis que al principio comentábamos que la manteca de karité tenía un olor bastante intenso? La manteca de karité refinada puede ser vuestra solución en caso de que no podáis soportar el olor pero aún queráis disfrutar de las propiedades del karité.
Mediante el proceso de refinado se elimina el olor (manteca desodorizada) y el color que se obtiene es mucho más blanco que la de una manteca sin refinar.
Al pasar por este proceso, algunas de sus propiedades pueden perderse por el camino, pero igualmente nos aportará mucha hidratación.

- Manteca de karité sin refinar
Esta manteca es 100% pura y no ha sido tratada con ningún proceso de refinado, por lo que su olor y color se conservan, así como el resto de propiedades que habríamos perdido con el refinado.

- Manteca de karité nilótica
Se obtiene de la subvariedad nilótica. Esta variedad de manteca es más suave y de mejor absorción que el karité común, debido a que posee un mayor porcentaje de ácido oleico que esteárico, aunque su contenido en insaponificables es menor.

Precauciones a la hora de usar la manteca de karité

La almendra del karité tiene un pequeño porcentaje de látex en su contenido, el cual se mezcla con la materia grasa durante el proceso de extracción y queda remanente en el producto final, por lo que si sois alérgicos al látex debéis tenerlo presente.
En el caso de que no podáis utilizar manteca de karité ¡no os preocupéis! En el mercado tenéis otros muchos tipos de mantecas que podéis utilizar, solo tenéis que ver las propiedades de cada una y elegir la que mejor se ajusta a vuestras necesidades. Algunos ejemplos son: la manteca de murumuru, la manteca de kokum, manteca de mango, manteca de sal, etc.

Cosas a tener en cuenta al elaborar productos cosméticos con manteca de karité

La manteca de karité formará parte de nuestra fase oleosa, por lo que la calentaremos al baño maría con el resto de aceites y mantecas que vayamos a utilizar (nunca al fuego directo).

Otro aspecto de la manteca de karité (si habéis hecho el bálsamo de miel que tengo en el blog lo sabréis), es que puede adquirir un aspecto granuloso con el tiempo, pero esto no significa que las propiedades de la manteca vayan a ser menores o que se haya estropeado ¡solo es algo estético!
¿Por qué granula la manteca de karité? Pues básicamente por los cambios de temperatura. Normalmente calentamos la manteca al baño maría para después dejar enfriar a temperatura ambiente; el "problema" es que a medida que se enfría lentamente, los ácidos grasos comienzan a solidificarse, y como la manteca de karité tiene un alto nivel de ácido esteárico (que tiene un mayor punto de fusión) acaba granulando.

¡Hasta aqui la entrada de hoy! Ha sido completita ¿eh? ¡y parecía que era una manteca que no iba a dar para tanto!
¿Qué experiencia tenéis con la manteca de karité? ¿Qué tipos habéis probado? Podéis dejármelo en comentarios 😄

¡Hasta la próxima!

Fuentes:

https://www.olionatura.de/oele-und-buttern/sheabutter

http://grasasyaceites.revistas.csic.es/index.php/grasasyaceites/article/view/1264/1267

http://grasasyaceites.revistas.csic.es/index.php/grasasyaceites/article/view/1259/1262




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