Cosmética de cuarentena

¡Hola a todos! 😄

¿Cómo estáis? Espero de corazón que estéis bien ante esta situación que estamos viviendo.
Aqui en España llevamos casi 50 días confinados en casa, y aunque yo personalmente no lo llevo mal, sí que hay días en los que echo de menos salir a dar un paseo.
Mientras dure esto, es el momento de hacer otro tipo de cosas, como aprovechar la compañía de nuestros seres queridos (en el caso de que estemos con ellos), el preocuparnos por los otros y por nosotros mismos, dedicarnos tiempo y hacer aquellas actividades que normalmente no podemos hacer por falta de tiempo...y por qué no, vaguear un poco también 😜.

A mí el confinamiento me ha pillado fuera de donde vivo habitualmente, así que no tengo a mano ningún ingrediente específico para hacer cosmética natural, pero cuando digo ninguno, me refiero a NADA, ni hidrolatos, ni aceites (más allá del aceite de oliva que usamos para cocinar y aliñar), ni emulsionantes, ni conservantes, ¡mucho menos activos o extractos!
Así que me encuentro encerrada con muchísimas ganas de probar cosas nuevas (porque lo que sí que puedo hacer es seguir leyendo, investigando y estudiando), pero sin nada a lo que echar mano.... ¿nada? ¿seguro?
Empecé a pensar... abrí los armarios de la cocina y encontré cosas cotidianas que tenemos en una casa normal, que además podían ser estupendos ingredientes para elaborar cosas sencillas para poder seguir usando productos naturales.
Así que esta entrada va de eso, de mostraros cuatro recetas con ingredientes que podemos encontrar normalmente en una casa. Os daré algunas opciones por si queréis mejorarlas con algún ingrediente extra, pero la receta más simple es estupenda ya de por sí.


Mascarilla facial de miel y manzanilla

La primera receta consiste en una mascarilla facial para suavizar e iluminar nuestra piel, necesitaremos tan solo dos ingredientes: miel y agua destilada/hidrolato/infusión (yo he utlizado infusión de manzanilla).

La miel es rica en azúcares, aminoácidos, vitaminas y minerales, tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias, además ayuda a disminuir las rojeces en las pieles más sensibles.
El agua va a aligerar la consistencia de la miel en caso de que esta sea demasiado espesa para aplicarlo en nuestra piel, pero si vuestra miel es muy líquida y podéis aplicarlo sin problema en vuestro rostro, podéis omitir el agua de esta receta.
Si no tenéis agua destilada podéis utilizar agua mineral o alguna infusión, y si tenéis la suerte de contar con un hidrolato ¡mucho mejor!
Yo he utilizado infusión de manzanilla por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes, creo que junto con la miel será una combinación estupenda.
En cuanto a las cantidades usaremos:
  • Una cucharada sopera de miel
  • Una cucharada pequeña de agua destilada/infusión/hidrolato (recordad que si vuestra miel no es muy espesa podéis omitirlo, si no, la mascarilla quedaría demasiado líquida).
Removeremos para integrar la miel con el agua y aplicaremos en el rostro, dejaremos actuar de 10 a 15 minutos y retiraremos con agua tibia.
¡Ya veréis lo suave y luminosa que queda la piel!
Podríamos añadir otros ingredientes, como harina de avena, arcilla, yogur en lugar de agua... lo que consideréis que le puede venir bien a vuestra piel, aunque esta receta ya de por sí a mi me encanta.

Tónico facial de agua de arroz

La segunda receta es un tónico de agua de arroz, una receta que hace unos años tuvo muchos admiradores y la gente se hacía mascarillas de papel impregnadas en este agua para conseguir una piel más fresca y luminosa.
El almidón del arroz, según se demuestra en algunos estudios (os los pondré en la bibliografía), mejora la barrera de las pieles secas y dañadas, también ayuda a disminuir el tamaño de los poros y refrescar nuestra piel.
Usaremos un arroz preferentemente de origen ecológico, aunque si no tenéis, podéis usar el arroz que tengáis en vuestra casa, lavado previamente.
Echaremos una cucharada sopera en un vaso, cubriremos el arroz con agua destilada (lo justo para cubrir el arroz, no hace falta llenar el vaso), y dejaremos reposar durante toda la noche en la nevera.
Al día siguiente por la mañana, filtraremos el agua y lo usaremos como tónico facial con ayuda de un disco de algodón. Yo suelo usarlo justo después de aclararme la mascarilla de la primera receta, creo que se complementan muy bien.
Este agua de arroz aguantará un día en la nevera, por eso hacemos poca cantidad.

Mascarilla capilar reparadora

La tercera receta consiste en una mascarilla capilar prelavado que contiene los elementos necesarios para revitalizar los cabellos apagados, aportando mucho brillo y reparando las puntas dañadas. No os dejéis engañar por lo sencilla que parece, porque os aseguro que no tiene nada que envidiar a otro tipo de mascarillas con una larga lista de ingredientes.
Para hacer esta mascarilla necesitaremos:
  • La yema de un huevo (proteína). 
  • Una cucharada sopera de aceite de oliva (aportará nutrición, si tenéis aceite de coco mucho mejor). 
  • Una cucharada sopera de miel (aportará mucho brillo)
Mezclaremos los ingredientes, nos cepillaremos bien el pelo y lo aplicaremos de medios a puntas.
Es una mezcla que endurece al aplicarlo en el cabello, pero merece la pena el resultado. Os recomiendo que después de aplicarlo os recojáis el cabello en una coleta o moño.
Dejaremos actuar entre 30 minutos y una hora, y nos lavaremos el pelo como habitualmente.

Vinagre de aclarado

La cuarta y última receta es un vinagre para hacer el último aclarado cuando nos lavemos el cabello. Sé que os puede parecer extraño, pero lo cierto es que es una opción estupenda para ayudar a que el pelo esté más brillante y nutrido. El vinagre tiene un pH en torno a 2,5-3,5 lo que ayudará a que las cutículas de nuestro cabello se cierren y la hidratación se mantenga durante más tiempo, además, favorece el desenredado y aporta un brillo extra.
Sí, sé que estaréis pensando en que el olor del vinagre se quedará en el pelo, pero no es así, el olor desaparece una vez esté seco, ya veréis.
Podemos usar un vinagre de manzana tal cual, aunque también podemos macerarlo con alguna planta con propiedades beneficiosas para el cabello, como el romero.
Llenaremos un vaso (a ser posible de plástico ya que lo usaremos en la ducha y el cristal puede ser peligroso) con vinagre y agua, más o menos un 10% del vaso de vinagre y el resto de agua.
Cuando nos hayamos aclarado bien el champú y vayamos a salir de la ducha, nos echaremos esta mezcla de vinagre y agua por el pelo, como si hiciésemos otro aclarado más, incidiendo en las puntas.
¡Ya solo nos queda secar y peinar nuestro cabello!

¿Qué os ha parecido? ¿Os atrevéis a probarlas? Si lo hacéis, por favor, decidme en los comentarios qué os ha parecido.
¡Gracias a todos y cuidaos mucho! 💗

Bibliografía
"Effect of rice starch as a bath additive on the barrier function of healthy but SLS-damaged skin and skin of atopic patients"  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12353708

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